Escuela de Padres: notas sobre la educación preventiva

La educación preventiva se basa principalmente en el hecho de que las ideas que se graban primero en el cerebro de las personas, y más aún de los niños, lo hacen con tal fuerza que luego es mucho más difícil desbancarlas. Por el contrario, cuando no sabemos nada de algún tema, la primera idea que recibimos se graba sin esfuerzo ninguno.
El mejor ejemplo para verlo es la llamanda Teoría del Teatro: intentar desalojar de su butaca a un señor que compró su billete con 6 meses de antelación, y hacerlo justo antes de que comience la función con la excusa de que alguien importante que ha pagado mucho quiere su sitio, es realmente difícil; probablemente nos mande a freir espárragos, que es exactamente lo que hace nuestro cerebro.

Prácticamente, cualquier idea se puede grabar en la cabeza de un niño, pero hay que tener en cuenta su capacidad para entenderla. Como tampoco es posible "llenar" la cabeza desde el primer día ni saber con qué, una buena guía es utilizar los llamados periodos sensitivos, que son épocas del desarrollo en que los niños están más predispuestos a aprender y desarrollar unas habilidades u otras.
Al llegar al periodo sensitivo de cualquier cualidad a desarrollar, como orden, sinceridad, solidaridad, etc. será importante que tiempo antes se hayan sentado las bases de lo que es y supone cada una de estas virtudes. Si no se ha hecho antes, al entrar en el periodo sensitito, el niño estará predispuesto a aceptar la primera idea sobre el asunto, sea o no adecuada, y corregir esa situación será mucho más costoso.

Por tanto, en educación, es mejor llegar un año antes que un día después, y, sobre todo, ¡es mucho más fácil!

Pero para poder educar en fututo será necesario:

• Que exista un proyecto educativo a seguir para cada hijo.
• formación de los padres, para conocer aspectos importantes de la educación preventiva, como los periodos sensitivos o los comportamientos por edades.
• estar atentos: conocer a nuestros hijos, con sus puntos fuertes y débiles, y el mundo en que se van a desenvolver, para anticipar situaciones.

Dos de los aspectos más críticos en los que trabajar la educación preventiva son la educación en la Fe y los ideales que se quieran transmitir, y la educación afectivo-sexual, porque abarcan dos de las áreas más importantes del desarrollo de la persona, claves para su madurez y felicidad.

En artículos posteriores desarrollaremos más el tema de la educación afectivo-sexual para jóvenes y adolescentes, por la importancia que tiene, lo difícil de enfocar este tema adecuamente entre las presiones y condicionantes de la sociedad actual, y las consecuencias que se pueden derivar.

Desde el punto de vista de la educación en la fe y las ideas (sean las que sean), es importante saber que no existe un término neutro. Las ideas son claves para el desarrollo de la persona, y pretender educar a un niño sin ideas o creencias, con la intención de permitir su posterior desarrollo, no es posible. Vivir sin ideales, o no tener creencias marcadas, es ya en sí mismo un tipo de ideología.

Por tanto, los padres no deben tener miedo de transmitir sus propios ideales o convicciones a sus hijos. Éstos necesitan ideales y creencias en los que basar su modo de vida (ya sean creencias religiosas, políticas, materiales o personales). La única condición es que los padres las transmitan como parte de sus propias convicciones, y en el mejor interés de los hijos.
No hay nada menos sospechoso de manipulación que un padre enseñando a un hijo pensando sólo en hacerle bien, aun en el caso de que pudiera estar equivocado. Nuestros hijos ya crecerán, y si les hemos educado con amor, respeto y libertad, aprenderán a tener sus propias ideas; prácticamente, como hemos hecho todos :-)