Fortaleza, la virtud de la libertad
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¿Son nuestros hijos, somos nosotros mismos, realmente libres? Esta pregunta da para mucho, tanto que puede que algún día lo escriba en un libro, pero hoy no quiero extenderme en razonamientos y discusiones, y partiré de la respuesta: actualmente, cada vez menos.
Y es que la libertad tiene dos elementos fundamentales: libertad de opción, y libertad de elección. Es decir, que tenga todas las opciones (libertad de opción), y que pueda o sepa elegir la mejor (libertad de elección). A lo largo de la historia, han sido muchas las opresiones que anulaban la libertad de opción: esclavitud, servilismo, desigualdades, prejuicios, leyes, etc.. Y también muchas las limitaciones de las personas para elegir: ignorancia, incapacidad, desinformación, etc...
Y es precisamente ahora que el hombre parece que empieza a superar la gran mayoría de estos obstáculos, cuando ha aparecido uno realmente grande, y totalmente inesperado, que elimina casi siempre la libertad de elección: la falta de fortaleza.
Porque hoy día, en nuestro cómodo y avanzado mundo, lleno de normas y leyes que garantizan más opciones que nunca, donde el culto al cuerpo y los sentidos ha llegado a cotas nunca vistas, pocos se preocupan de preparar a los niños para elegir, para tomar decisiones que puedan mantener. Simplemente, son incapaces de hacer algo que cueste, muy especialmente en el apartado físico. Así, hay personas que "quieren" tener buena salud, pero no tienen ánimo suficiente para dejar de comer aquello que saben que les sienta mal. Otros desean aprender y sacar buenas notas, pero el esfuerzo requerido para estudiar es superior a sus fuerzas (no porque sea mucho esfuerzo, sino porque sus fuerzas son pocas). Y no digamos aquellos que quieren hacer algo bueno, pero se escudan en motivos físicos como "hace mucho frío", "me duele un pie", o simplemente, "no me apetece".
Nunca antes había ocurrido esto; la vida era tan dura y llena de incomodidades, que una incomodidad más no arruinaba una buena decisión. Pero ahora que la vida ha cambiado, descubrimos que los jóvenes de hoy día, y muchos de sus padres, apenas sabemos lidiar con las incomodidades, hasta tal punto, que somos capaces de dar al traste con nuestras buenas decisiones y propósitos. Y eso, el no poder hacer lo que uno sabe que quiere, es la mayor falta de libertad que puede haber, y en ella no hay nadie externo a quien echarle la culpa...
Afortunadamente la Fortaleza, esa olvidada virtud que ahora resulta imprescindible para nuestra libertad, no es misión imposible. A decir verdad, es de las virtudes más fáciles de adquirir y practicar: cualquier momento o lugar es bueno, basta con marcarse pequeños objetivos diarios en los que toque vencer ese "me apetece" tan profundo y comodón que llevamos dentro: comer algo que no nos guste, o renunciar a nuestro plato favorito, aguantar cinco minutos más un dolor de cabeza o una piedrecita en el zapato, ducharse con agua un poco más fría, vencer la timidez o hacer un poco de deporte más cuando ya estamos cansados (el deporte es la mejor de las vitaminas para esta virtud). Así, con pocas cosas, pero frecuentes, la fortaleza pasará a ser uno de nuestras mejores armas, y se convertirá en la base de aquello que llamamos "fuerza de voluntad".
Porque en eso consiste la fuerza de voluntad: tener la fortaleza suficiente para hacer lo que realmente quiere nuestra voluntad. ¿Hay algo más ligado a la libertad que esto?
Comentarios
Exelente nota: -Libertad de
Exelente nota:
-Libertad de opción.
-Libertad de elección.
-Libertad de acción.
Esta última, anulada por la comodidad. Y no es que la comodidad sea mala, no hemos venido a este mundo a estar incómodos ni mucho menos a sufrir, hemos venido a ser felices y a hacer felices a los que podamos. El problema está cuando la comodidad consigue opacar la importancia del esfuerzo.
El esfuerzo y el sacrificio no necesariamente significan sufrir; al contrario,son algunas de las llaves de las tantas puertas que debemos abrir para alcanzar la realización personal.
Gracias por hacernos razonar y tomar conciencia.
Edgardo
Me ha gustado mucho tu
Me ha gustado mucho tu puntualización, Edgardo. Creo que desdoblar lo que yo había llamado libertad de elección en libertad de elección y libertad de acción lo hace más claro y fácil de entender. Muchísimas gracias por el aporte.
Es realmente importante y
Es realmente importante y necesario lo que dice en este tema y creo que las nuevas familias que se han estado formando tenemos esa responsabilidad de enseñar a nuestros hijos y alumnos a desarrollar dicha virtud; la capacidad de opcion y de elecion : la fortaleza como usted lo señala, creo que podemos empezar a despertar el interes en nuestros hijos o alumnos, mediante platicas y mostrandole historias reales donde se haga hincapie en las consecuencias que tiene el haber tomado cierta desicion y elegido cierta opccion y permitirles reflexionar al respecto para crear en ellos la capacidad de ser criticos positivos.
si es verdad pero la falta de
si es verdad
pero la falta de voluntad la fomenta el sistema gubernamental
con ese sistema educativo que hay en las primarias, pues es solo
un sistema de sumisión, el cambio debe empezar en las escuelas
irma
muy bueno! realmente es
muy bueno! realmente es asi...gracias por recordarnoslo!