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Hola a todos. Hoy no enviamos un cuento o un artículo educativo. Lo que hoy ofrecemos es una modesta (modestísima) oferta de trabajo/colaboración. Lo digo nada más empezar para evitar hacer perder el tiempo a quien no tenga interés.

El “problema” es fácil de explicar: mantener una web tan visitada, responder correos, crear nuevos contenidos, preparar futuros proyectos, etc. tiene tanto trabajo, que a duras penas podemos hacerlo tan bien como nos gustaría. Simplemente, nos faltan horas.

La Justicia y el Perdón son dos valores especialmente difíciles de transmitir, ya sea con o sin cuentos. Y para colmo, aparentemente, muchas veces parecen estar en contradicción. Por eso quiero hacer una reflexión en voz alta sobre cómo educar en estos valores tan vitales, porque precisamente están en el centro de las relaciones entre las personas.

Hola a todos. Quiero aprovechar el cuento que enviamos hoy para desearos, de parte de todos los que ponemos un poquito de nuestra vida y nuestra ilusión en Cuentos para Dormir, una muy Feliz Navidad, y un próspero Año Nuevo.

Aunque uno de mis temas favoritos son los valores, y dedico buena parte de mi vida a ayudar a transmitirlos, tengo que confesar que hay “algo” que me parece mucho más importante. Sin ese “algo”, los valores no sirven de nada, son solo una teoría, una idea, como un vestido de muñeca de quita y pon, que un día se puede llevar y al otro no. Ese algo son las virtudes.