El despertar de Pesadillo. Audiocuento narrado en castellano
Toca la imagen del cálamo de abajo para acceder gratis a nuestra mejor selección de cuentos con actividades. Descárgalos y disfruta de ellos siempre que quieras
Advertisement
¿Dónde empezar? Descarga la guía gráfica "Educar con cuentos", disfruta nuestros videocuentos y prueba Jakhu Cuentos, nuestra app de cuentos infantiles.
Pulsa sobre el centro de la imagen para iniciar el cuento (ya no necesita Flash)
Espera 5 segundos, y si no puedes verlo, pulsa  aquí
Cuento narrado por Megui Cabrera. Puedes leer el texto completo más abajo
Compártelo
- Volver al cuento
- Más versiones del cuento
- Contenidos recomendados
Texto completo del cuento
Ogro Mogro, Gigantón y Abominable llavaban cientos de años encerrados en la cárcel de los monstruos. Habían entrado allí voluntariamente, después de darse cuenta de que asustar a los niños no era una buena forma de ganarse la vida. Desde entonces, los tres andaban tristes y solitarios; no sabían hacer otra cosa que asustar, así que carecían de ilusiones y pensaban que no servían para nada. Ya habían cumplido sus condenas varias veces, pero cuando les decían que podían marchar, respondían que a dónde iban a ir, si sólo sabían asustar...
Pero todo cambió el día que encerraron a Pesadillo. Pesadillo era un monstruo chiquitajo, que asustaba más bien poco y se pasaba todo el día durmiendo, pero era realmente muy divertido. Contaba cientos de historias de cómo había cambiado los sueños de la gente para que fuesen más divertidos, y de cómo casi siempre sus cambios salían tan mal que acababan asustando a cualquiera. A Ogro Mogro y sus amigos les encantaban sus historias, pero había que esperar a que el dormilón de Pesadillo se levantase para escucharlo. Y no era nada fácil, porque parecía que ni un terremoto era capaz de despertarlo.
Hasta que un día, los tres monstruos juntaron sus más terrofícos gritos. Pesadillo dio un bote en la cama y se despertó al instante. Los miró con los ojos muy abiertos, pero no parecía estar asustado, ni enfadado; más bien parecía estar contento:
- ¡Genial!- dijo- siempre he querido levantarme temprano. El día se aprovecha mucho más ¿Sabéis? deberíais trabajar de despertadores, sé de muchos dormilones que os lo agradecerían.
Los tres monstruos se sintieron felices al oír aquellas palabras; ¡servían para algo! Después de tantísimos años, resulta que podían hacer más cosas de las que habían creído, y sin asustar ni molestar a los niños.
Ese mismo día abandonaron la cárcel dispuestos a crear su primer negocio de despertadores. Y así, los tres monstruos se hicieron famosísimos con sus servicios para dormilones, muy contentos de haber comprendido que siempre hay algo genial que podemos hacer y está por descubrir.
Autor.. Pedro Pablo Sacristán
¿Prefieres buscar los cuentos, o utilizar los valores o personajes que contienen? También puedes hacerlo utilizando estos enlaces
buscar en la colección