Los cotillas
Toca la imagen del cálamo de abajo para acceder gratis a nuestra mejor selección de cuentos con actividades. Descárgalos y disfruta de ellos siempre que quieras
Advertisement
¿Dónde empezar? Descarga la guía gráfica "Educar con cuentos", disfruta nuestros videocuentos y prueba Jakhu Cuentos, nuestra app de cuentos infantiles.
Valores
- Respetar la intimidad
Enseñanza
Las personas tenemos una parte íntima y privada que no tiene nada de malo, y todos deben respetarAmbientación
Un colegioPersonajes
Un niño, una niña y un brujo con poca magiaAbajo tienes el texto del cuento y un enlace para descargarlo. Úsalo para trabajar el desarrollo emocional y cognitivo de tus niños o tu bebé, y ayudarte en tu labor de padre o madre
Imprimir
Cuento
Sara y Marcos eran unos cotillas de campeonato. Siempre andaban espiando y curioseando todo de todos, y disfrutaban aireando cuanto descubrían, que era mucho y normalmente no muy bueno. A menudo les habían explicado la importancia de respetar la intimidad de los demás, pero ellos respondían diciendo "si no tuvieran nada que ocultar, no les importaría. Nosotros no tenemos nada que ocultar, y por eso nos da igual".
Hasta que un pobre brujo con pocos poderes mágicos, pero muy mala uva se cruzó en su camino. Y después de que le destrozaran uno de sus trucos baratos, decidió vengarse con un extraño conjuro que hizo reir a los niños antes de dejar el lugar.
Sin embargo, al día siguiente, mientras estaban en clase, el altavoz de las emergencias sonó con la voz del brujo:
- ¡Din, don, dinnnn! ¡din, don , dinnnn! ¡Atención! Sara Márquez piensa que Roberto es un chico muy guapo y le gustaría ser su novia. ¡din, don, dinnnn!
¡Menuda vergüenza pasó Sara!; jamás le había dicho nada a nadie y se puso roja como un tomate... Se armó un gran revuelo que cesó cuando poco después volvió el altavoz con sus avisos:
- ¡Atención!, ahora Marcos Mendoza está pensando que Antonio Muñoz es un gorila tonto y gordo, y que si él fuera más grande le daría una buena paliza... ¡din, don din!
Y el pobre Marcos tuvo que salir corriendo y esconderse para evitar que Antonio le diera un zurra de espanto...
Y así, durante todo el día, el odioso altavoz no dejó de contar los pensamientos más intimos de los dos cotillas, y cada minuto que pasaba su vergüenza y sus problemas iban en aumento. Hasta que la pareja se plantó delante del altavoz, llorando de ira y de rabia, pidiéndole que dejara de airear sus pensamientos.
- Si no tenéis nada que ocultar, no debería importaros - respondió el brujo. al otro lado del altavoz.
- ¡Claro que no tenemos nada que ocultar! - respondieron- ¡pero eso son cosas privadas! - volvieron a protestar.
Entonces se miraron uno al otro, y comprendieron que lo que ellos mismos llevaban haciendo toda la vida era un ejemplo de lo que el brujo les estaba haciendo pasar a través del altavoz. Y tras prometer no volver a cotillear acerca de las cosas privadas de la gente, el brujo anuló el hechizo y se despidió de todos. Y en cada uno de los chicos que lo vivió, el recuerdo de aquella mañana de risa sirvió para que recordaran siempre la importancia de respetar las cosas privadas de cada uno.
¿Te ha gustado el cuento?
Sí
No
Temas de este cuento
Otros cuentos aún más cortos
( afortunadamente, enviártelos no nos cuesta nada )
¿Prefieres buscar los cuentos, o utilizar los valores o personajes que contienen? También puedes hacerlo utilizando estos enlaces
buscar en la colección
Comentarios
hola amigos soy maestro de
hola amigos soy maestro de primaria y el compartir estos bellos cuentos ha sido un grata experiencia ya que mis alumnos dejan volar su imaginacion cuando se los platico sigan asi gracias por compartir
me gusto el cuento y no
me gusto el cuento y no conocia que existiera este espacio es muy bueno gracias por escribirlos.
me gusto la leccion que les
me gusto la leccion que les dieron a esos niños y megustan los cuentos que me mandan . grasias